MIGUEL PÉREZ ALVARADO


Tengo el gusto de presentar un libro de reciente publicación que, aún no siendo muy conocido en la península, la madurez de su propuesta poética bien merece una atención detallada. Se trata de LEVANTADO TEMPLO del poeta canario Miguel Pérez Alvarado (Ciclope Editores, Biblioteca Gorgonio Martín Muñoz, 2011). Aunque escribiré una reseña más amplia el próximo mes para Culturamas, me gustaría decir aquí que estamos ante un volumen cuajado, lleno de inquietud. Las secciones PAISAJE y HOGAR rezuman desasosiego, búsqueda, lado consciente e inconsciente de la realidad. Me gusta especialmente el manejo que hace del poema en prosa. Concentrado. Penetrante. Extraño. Tiene una potencia expresiva evidente, con capacidad para adensar en pocos versos una gran cantidad de referencias matéricas e ideacionales, que parecen proyectarse hacia el lector como hilachas de nuevos poemas. Hay intensidad. Emoción. Las palabras se colocan al filo de sus propias capacidades semánticas, enseñándonos cuán frágiles y fragmentarias pueden llegar a ser.

A continuación les presento tres poemas enlazados:

Paisaje I

Abro los ojos y los pongo sobre una piedra: la piedra duele porque no me cabe. El dolor me tira de los párpados y el peso de la piedra cae como humo que se hace líquido por dentro de mi cuerpo. Hasta un estanque lleno de piedras que han dolido que han caído que ahora son humo líquido por todas partes.

Paisaje II

Hijos del corazón del vino, alguien recogió la fruta hinchada (algún padre ajeno, violador sin rostro), y no sabemos explicar el color de las olas que golpean nuestro cuerpo. No nos enseñó el desierto sus túnicas, el mar su ronquería nunca desgastada hasta los huesos, ni los pilares su desnudez humana y olorosa. Lo aprendimos adentro, bebiendo cuencos que dan sed, sembrando espadas.

Pero no sabemos quién, qué padre decapitado nos dio la sed, fruta primera y semilla de todos los paisajes; y querríamos serle agradecidos.

Paisaje III

Nací en el centro de una piedra. Con las palmas sedientas conocí los límites y las barreras que existieron mucho antes que yo para impedir desde mi nacimiento mi respiración. Miré el material oscuro de la roca provocando la orfandad agachada de mis ojos. El crecimiento imparable de mis huesos menguó los últimos rincones de aire dentro de la piedra.

Y ya no tuve más remedio que tocarme y saltar mis ojos y doblar mis huesos no contra el mundo, dentro del jardín sin sol de mi cuerpo.



Para aquellos que no conozcan a este magnífico poeta digamos que nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1979. Desde 1997 reside en Madrid, ciudad en la que estudió Ciencias Políticas y Periodismo. Ha publicado el poemario Teoría de la luz (Cabildo de Gran Canaria, 2001) y ha colaborado esporádicamente en diversas publicaciones periódicas: La Plazuela de las Letras, Calibán, 2C-La Opinión de Tenerife, Revista Kafka. Hilo de tres puntas (Ediciones Idea, 2009) recoge sus conversaciones con el escritor Jorge Rodríguez Padrón, y en la misma editorial se prevé próximamente la publicación de sus Abordajes, en un libro en el que se incluye también Ritmo de Iker Martínez. En la actualidad prepara un texto sobre el viaje en la literatura canaria y la publicación de su tercer poemario.

1 comentario:

  1. Un gran poeta, Miguel Pérez Alvarado, lástima que sea tan poco conocido fuera de Canarias.

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